martes, 27 de febrero de 2018

EL LEGADO DE MARTÍNEZ MONTAÑÉS EN SEVILLA: NUESTRO PADRE JESÚS DE LA PASION


Nuestro Padre Jesús de la Pasión recibe culto en la hornacina principal del altar de Plata de la capilla Sacramental de la Parroquia del Divino Salvador de Sevilla.

Aunque no existen documentos directos que justifiquen la autoría de la talla a Juan Martínez Montañés, sí existe por contra, el texto escrito por el mercedario desde 1615 del convento Casa Grande de la Merced, hoy museo de Bellas Artes, Fray Juan Guerrero: "... La imagen del Santo Cristo de Pasión, es admiarable el ser en un madero esculpido obra tan semejante al natural; no encarezco ni podré lo prodigioso de esta hechura, porque cualquier encarecimiento será siempre corto, solo basta decir es obra de aquel imágine maestro Juan Martínez Montañés, asombre de los siglos presentes y admiración de los porvenir...."



Puesto que no se ha encontrado documentación directa sobre la creación de la talla (tasación, contrato, ...), el investigador Celestino López Martínez apuntaba que la realización de la imagen podría deberse a un compromiso privado entre la hermandad y el escultor, sin la formalización de escritura pública alguna. 

La hermandad se funda durante el segundo tercio del Siglo XVI, en el convento de la Merced Calzada de Sevilla, actual museo de Bellas Artes. Como así consta en una escritura de 1579, la hermandad permanecía allí, al menos desde 1549. Se crea como hermandad penitencial bajo el título de los Martírios y Sangre de Nuestro Señor Jesucristo. El 6 de Marzo de 1557, a través de escritura pública, los Oficiales de la hermandad dan poderes a Juan de Bustamante, escribano de su Majestad, para que en su nombre pudiera "pedir y sacar por fe y testimonio el trasunto de ciertas bulas y capitulaciones que tienen los hermanos de la santa hermandad y cofradía de Pasión y Sangre de Nuestro Señor Jesucristo en la villa de Valladolid y sobre ello haga los pedimientos, protestaciones y diligencias eclesiásticas y seglares que se daban...."

Dichas disposiciones no debieron tardar, puesto que la hermandad en el 1557 ya había troncado su título por el de la Sagrada Pasión de Nuestro Padre Redentor de Jesucristo, a semajanza de la hermandad vallisolitana.

En 1584 se fusiona con otra corporación, titulada de la Merced, que provenía de la desaparecida parroquia de San Miguel.



El posible acuerdo de la Hermandad con Juan Martínez Montañés para la creación de la talla, se sitúa entre el 1610 y el 1615. Debió pensarse, desde primera hora en una talla para procesionar y desde la primera mitad del S. SVII consta el acompañamiento de una imagén de Simón de Cirene, en el que tal vez la realización del Cireneo fuera coetánea a la del Nazareno, aunque no se conserve documentación alguna.

La talla permaneció en el convento de la Merced, hata 1810, cuando es clausurada como consecuencia de la invasión francesa. La hermandad se traslada a San Julián, volviendo a la Merced en 1818. Nuevamente saldría de allí en 1840, para dirigirse primero a la parroquia de San Vicente y después a la de San Miguel, donde tuvo que volver a salir debido al decreto de derribo que emitió la Junta Revolucionaria en 1868. De allí se trasladó a la parroquia del Divino Salvador, donde permanece hasta nuestros días.



La imagen de Jesús de la Pasión es una talla completa, concebida para ser vestida con telas naturales, de 1,90 m de altura, en la que Martínez Montañés talla de forma pormenorizada la cabeza, las manos, los antebrazos, las piernas y los pies; quedando solo desbastados los brazos y el torso. Los hombros y los codos se articulan para permitir la sujeción de la cruz.

La policromía debió de ser trabajo de Francisco Pacheco, aunque no se encuentra documentado, sí es cierto que por entonces era el habitual colaborador del maestro.


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